Esencia de su
territorio

Esta zona Sur de Andalucía ha sido bendecida también con el cultivo del olivo. Los aceites virgen extra gaditanos son la esencia de sus variados territorios, de sus distintas varietales y de una larga historia en el cultivo del olivo, árbol milenario de la cuenca mediterránea. Olivares de montaña, olivares de campiña, olivares que miran al mar; sus frutos, procedentes de un olivar de tipo multi-varietal, se transforman en un abanico de aromas y sabores que dan gusto a la sabrosa gastronomía local.

La “cesta” de alimentos y vinos de la provincia de Cádiz, incluye, como no podía ser de otra forma tratándose de Andalucía, primera región productora del mundo, excelentes aceites de oliva. Un paseo por varios de los famosos pueblos blancos de la Sierra, sería también un paseo por la historia del aceite. Sirva de ejemplo el pueblo de Olvera, que recibió su nombre del árabe Wubira, aludiendo a las abundantes olivareras que existían allí en tiempos de Al-Ándalus.

Esta comarca de la sierra es la zona tradicional de cultivo del olivo en la provincia. La calidad del producto y el vínculo establecido con su territorio de origen, dio lugar a que en el 2002 fuera reconocida la D.O.P. Sierra de Cádiz.

D.O.P Sierra de Cádiz

Son olivares difíciles, arduos de trabajar, con importantes pendientes que obligan a realizar tareas manuales, propias de una agricultura tradicional y milenaria. Olivares trabajados con tesón y esfuerzo por los agricultores de la Sierra.

En los últimos años, la producción se ha extendido a otros territorios de la provincia, con orografía, tipo de suelos y condiciones climáticas muy distintas. La campiña se viste de olivar en zonas como Jerez o Medina Sidonia, además de zonas costeras, como los campos de Conil de la Frontera donde este cultivo ha sido una novedad en los últimos años. La gama de vírgenes extra gaditanos se amplía con nuevos aceites para distintos gustos. Como factor común, aumenta la producción de aceite virgen extra ecológico, reflejo del compromiso de los productores con la sostenibilidad del medio natural.

El de Cádiz es un olivar multi- varietal; cada variedad produce un fruto distinto, con características organolépticas propias ¡en la variedad está el gusto! Las principales son la Lechín de Sevilla, Manzanilla, Verdial de Huévar, Verdial de Cádiz, Hojiblanca, Picual, Alameña de Montilla y Arbequina.

La variedad más destacada en la sierra es la Lechín, que ocupa casi la mitad de la superficie plantada, y es, por tanto, la que aporta un carácter diferenciado. Mezclándola con otras como la Hojiblanca, Picual y Manzanilla, se producen aromáticos coupages.
Una variedad de reciente implantación es la Arbequina que ha dado lugar a elegantes y frutados aceites vírgenes extra, tanto monovarietales como combinados con otras variedades como la Picual, muy del gusto del cliente internacional.