El marisco más preciado
Los langostinos de Sanlúcar son uno de los tesoros gastronómicos más renombrados de Cádiz. Auténtico marisco salvaje de mar, se ha dado a conocer como producto gourmet para los paladares más selectos de toda España. Sus características singulares los convierten en un tipo muy distinguido: las cualidades del entorno privilegiado en que se cría y el tipo de alimentación que sostiene, basada en algas y pequeños crustáceos, le aportan una intensidad y una particularidad en su gusto. ¡Un bocado exquisito!
Los langostinos son un crustáceo de la misma familia de las gambas. De hecho su apariencia es muy similar aunque cocidos, se diferencian en que los colores de sus bandas horizontales se van alternando entre las de un color más blanquecino y las de un naranja cercano al rojo. Crudos presentan estas rayas horizontales en gamas de marrón claro y beige.
El tipo que se captura en la provincia es el melicertus kerathurus, parecido al langostino tigre y común en otras zonas del Mediterráneo. Sus marcas distintivas, que permiten reconocer su autenticidad, son sus gruesos y largos bigotes, sus rayas del lomo algo difuminadas y su colita de color azul tornasolado. Se crían en un entorno privilegiado y con una rica biodiversidad, en la desembocadura del río Guadalquivir, en los alrededores del Parque Natural de Doñana.
Se comercializan frescos o congelados, y su consumo permanece en alza. De la lonja sanluqueña (cuya flota es la mayor y la que más vende), salen anualmente unos 90.000 kilos de langostinos de Sanlúcar.